¿Se ha preguntado alguna vez cuál es el origen del cepillo de dientes? Hay varias líneas de pensamiento sobre su auténtico origen, así que vamos a echar la mirada atrás para encontrar las primeras evidencias de higiene bucal en la historia.
Popularmente se creía que fueron los chinos quienes usaron el primer cepillo de dientes, o un dispositivo similar, que se usaba para limpiar los dientes. Estos “cepillos”, que datan del siglo XV, eran elaborados a partir de bambú, ya que era una de las plantas más comunes de la zona. Con este material se fabricaba el mango, y adjunto a este había un juego de cerdas, que se hacían con pelo de jabalí. Este modelo, es el cepillo de dientes asociado con el actual que usamos hoy en día.
Sin embargo, hay evidencia de que había otra forma de cepillo de dientes que se remonta a unos 3000 años antes del nacimiento de Cristo. Con este dato, podemos determinar que el uso de este dispositivo se coloca como uno de los más antiguos de la humanidad y que ha llegado hasta nuestros días, quizá solo superado por la rueda. ¿Dónde se encontró este modelo de cepillo? Nada más y nada menos que en las pirámides de Egipto. Estos cepillos eran elaborados a partir de un palo. Este, en su extremo estaba desollado para que las fibras de la madera fueran más suaves. Luego, este palo se frotaba contra los dientes para servir como una forma de higiene bucal. Cierto es, que este cepillo de dientes tan primitivo y rudimentario, no se extendió tanto como la versión china.
El modelo chino, se extendió a Europa, dónde se comenzaron a usar pelos de caballo para las cerdas, ya que los pelos de jabalí resultaban muy ásperos en las encías. Pero, a pesar que los de caballo eran más suaves, los de jabalí se usaban más comúnmente, pues los caballos eran demasiado valiosos para los europeos durante esa época.
El uso del cepillo de dientes de pelo de jabalí se siguió utilizando hasta principios del siglo XX, hasta que en 1937 se creó el nailon. Este invento cambió para siempre la historia del cepillo de dientes, tanto que el primer cepillo de dientes con cerdas de nailon, se denominó como “cepillo de dientes milagroso”. A partir de entonces, y en especial, al término de la II Guerra Mundial, comenzó a desarrollarse una gran mejora en la fabricación de los cepillos de dientes.
Otro aspecto interesante sobre la historia del cepillo de dientes que debe tenerse en cuenta, es la pasta de dientes y otros blanqueadores. Por lo general, acompañan al cepillo para asegurarse de que los dientes y el aliento sean aceptables. El dúo de pasta de dientes y enjuagues bucales es bastante antiguo, casi tan antiguo como el cepillo de dientes egipcio. De hecho la pasta más antigua conocida fue creada por los egipcios. Se decía que contenía un dracma de sal de roca, dos dracmas de menta, otro de flores de lirio secas y 20 gramos de pimienta. Esta mezcla se trituraba y unía para formar un polvo. Cuando entraba en contacto con la saliva y se aplicaba a los dientes, ayudaba a blanquear y limpiar. Es interesante el dato que cuando un dentista australiano experimentó con esta mezcla, funcionó mucho mejor que cualquier otra cosa hecha hasta el siglo XXI. El único inconveniente que encontró, fue el hecho de que le hizo sangrar las encías.
En el siglo XVIII, se produjo la siguiente versión registrada de pasta de dientes. Esta mezcla requería sangre de dragón, canela y alumbre quemado. Esta mezcla tiende a ser más una diversión para muchos científicos, ya que no hay pruebas de que existieran dragones, y se desconoce a lo que realmente se referían cuando hablaban de sangre de dragón.
El siglo XIX vio muchas innovaciones en la pasta de dientes, aunque muchas de ellas serían repulsivas en comparación con lo que estamos acostumbrados hoy. El carbón vegetal, por ejemplo, se usaba para limpiar los dientes. La mayoría de las pastas dentales de esta época eran polvos que se convertían en pasta al introducirlos en la saliva. Muchas de estas diferentes pastas dentales fueron diseñadas tanto para limpiar los dientes como para brindarle al usuario el mejor aliento. Aquí es donde surgió la idea moderna de la pasta de dientes, y uno de los puntos de inflexión en la historia de la pasta de dientes. La combinación de estas pastas y el cepillo de dientes funcionaron para garantizar que hubiera una mayor probabilidad de tener dientes y encías más limpias y saludables.
No fue hasta la década de 1900 que las pastas dentales evolucionaron para ser más modernas. Muchas compañías de pasta de dientes, trabajaron para diseñar pastas que supieran bien y al mismo tiempo proporcionaran los medios para limpiar los dientes sin causar sangrado de las encías. En la actualidad, se utilizan muchos ingredientes en las pastas dentales, siendo el fluoruro uno de los más comunes. También existe una amplia variedad de pastas dentales «a base de hierbas», que no contienen este componente. Cada uno de estos tipos está diseñado para adaptarse a las necesidades y deseos de cada tipo de persona. Este alto nivel de elección es la principal evolución de las pastas dentales. Si bien solo unos pocos estaban disponibles en los días egipcios, ahora hay algo para todos y para todas.
En conclusión, la higiene bucal, se remonta a miles y miles de años atrás, lo que resalta su gran importancia a través de la historia. Es por eso que, debemos cuidar nuestra salud dental, comenzando por el principio lógico, cepillarnos los dientes varias veces al día todos los días. Pero no debería bastarnos nada más con eso. Por esa razón, en ELM Dental Studio, dentista Aranjuez, estamos a su disposición para darte la mejor atención y cuidado a tu salud bucodental. Visita nuestra página web: http://www.elmdentalstudio.es y conoce nuestras instalaciones, nuestro equipo de profesionales y nuestras especialidades y tratamientos.
